¿ “Los migrantes”, o el/la migrante?
Hay acontecimientos que sacuden a nuestra sociedad, como el ocurrido el pasado 27 de marzo en un centro del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, Chih.: la muerte de 39 migrantes, que fue comunicada por el propio Instituto de esta manera:
El Instituto Nacional de Migración (INM) de la Secretaría de Gobernación lamenta el fallecimiento –hasta el momento– de 39 personas migrantes extranjeras, derivado de un incendio que se originó poco antes de las 22:00 horas de este lunes en el área de alojamiento de la Estancia Provisional de Ciudad Juárez, Chihuahua.
Referencia: Instituto Nacional de Migración. (28 de marzo de 2023). Comunicado No. 201/23. . Gobierno de México Recuperado de https://www.gob.mx/inm/prensa/inm-informa-330098
El fallecimiento de estos migrantes en un lugar donde se suponía estaban a resguardo, en las circunstancias en que ocurrió, nos duele, desconcierta y mueve a la reflexión sobre la manera en que estamos enfrentando como sociedad el reto de tanta gente que atraviesa nuestro país, en su intento por llegar a los Estados Unidos. Vemos a los migrantes en las calles buscando alguna forma de ingreso, ya sea como una parte del paisaje urbano o una amenaza para nuestra “comodidad”. Lo que expresó un obispo de nuestra Iglesia Metodista resulta dolorosamente cierto, a la luz de lo ocurrido en Ciudad Juárez:
Ojalá la migración fuera una experiencia de caminar y llegar al lugar deseado, sin complicaciones, sin problemas. Migrar es un derecho humano. Pero hoy por hoy somos testigos de que esto se convierte en una travesía muy difícil y llena de dolor y muerte para las personas que viven en migración. Como mexicano tengo que decir con vergüenza que quienes cruzan nuestro territorio quizá vivan las experiencias más difíciles de miedo por su integridad y vida; esto es lo que reflejan las estadísticas y las notas periodísticas de todos los días, que hablan de asaltos, secuestros, accidentados y muertes dentro de los registros de cifras oficiales (los existentes, claro está, ya que también muchos de ellos no se conocen porque no se denuncian).
Altamirano, Agustín .(30/11/2022).
Dios de los caminantes
El Evangelista Mexicano.
El problema migratorio puede ser visto desde diferentes perspectivas. En particular, los creyentes en Jesús tenemos un mayor desafío; pues bien lo sabemos, Dios nos dice que amemos al extranjero, desde que ordenó al pueblo de Israel: “lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto” (Levítico 19:34b).
Pero, ¿cómo amar lo que no conocemos? Puede ser fácil hablar de “los migrantes” de manera general y evadir el tema; pero recordemos que el Señor nos dice: “lo amarás”, en singular. Si buscamos la guía del Espíritu Santo, y dejamos de ver lo general para empezar a ocuparnos de los casos individuales, tal vez podamos hacer una diferencia como cuerpo de Cristo. No podemos resolver el problema de “los migrantes”, pero sí podemos ayudar a alguno en particular. Que Dios nos dé sabiduría para responder a este desafío haciendo su voluntad a través de nosotros.
El Pbro. Juan Fierro García, pastor de la Iglesia El Buen Pastor y encargado del albergue para migrantes El Buen Samaritano, en Ciudad Juárez, Chihuahua, nos dice que hay tres cosas que podemos hacer como creyentes:
- Orar para que Dios tome control de las causas de la migración: el fenómeno migratorio ocurre por la violencia generalizada en el mundo, y por los eventos climatológicos que hacen perder a las personas sus hogares, empujándolas a salir de sus localidades para buscar en otro lugar una vida mejor.
- Manifestar nosotros mismos el amor de Dios con actos concretos. Si algún migrante llega a nuestra iglesia o toca a nuestra puerta, darle alimento, ropa, atención médica, boletos de autobús; en fin, cubrir sus necesidades, pero hacerlo en especie. No darles nunca dinero, pues eso crea dependencia y favorece que algunos puedan habituarse a vivir de pedirlo a otros..
- Colaborar como individuos o como iglesia con albergues de nuestra denominación que tengamos cerca. Dios nos dará el discernimiento para saber cuál es la mejor forma de apoyar.
Los invitamos a leer el interesante contenido de esta edición. En el presente número de El Evangelista Mexicano tenemos entre otros artículos la crónica del Retiro del año 2023 realizado por los pastores de la Conferencia Anual del Noroeste, y participamos de la celebración del cuadragésimo sexto aniversario de un templo en el Estado de México: dos motivos de gozo para nuestra iglesia, en distintos lugares del país.
Durante esta quincena se desarrollaron en Puebla los Juegos Intermetodistas 2023, una fiesta deportiva, bíblica y cultural de nuestras instituciones educativas, de lo cual podemos leer una reseña. En “Cambio de planes”, por otro lado, leeremos el testimonio de una mujer a quien Dios llevó por un camino distinto al que ella pensaba recorrer y conoceremos su sentir al respecto. Además, tenemos la colaboración de la Dirección de Archivo e Historia, con la segunda parte de la historia del templo de la colonia Azcárate, en la ciudad de Puebla. Éstas y otras colaboraciones forman parte de la presente edición.
Ante la proximidad de la Semana Santa, cuando recordamos la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, tenemos presente que “como él es, así somos nosotros en el mundo” y siempre espera la oportunidad que le demos de moverse a través de nosotros. Somos Su Cuerpo.
Respetuosamente,
María Elena Silva Olivares
Directora
Creo que debemos hacer la tarea, el llamado de personalizar , en la generalidad se diluye la responsabilidad.
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