Ministerio de edificación, transformación y discipulado bíblico
DISCIPULAR A OTROS – PRINCIPIOS DEL DISCIPULADO (1ª parte)
Cuauhtémoc Meneses Stama
EL CÓMO DEL DISCIPULADO BÍBLICO
Mi oración es que nuestra querida iglesia tenga un despertar espiritual y verdadero avivamiento en todo el país. Estamos compartiendo «el cómo del discipulado bíblico», como fruto de mi experiencia personal con mi Dios y Señor en el ministerio de formación de discípulos espirituales, discípulos reproductores y discípulos colaboradores de mi Dios y Señor.
Dios ha puesto en mi corazón compartir con ustedes varios temas bíblicos que les ayuden en la formación de discípulos, usando la gráfica del maestro constructor. El tema de esta cápsula es “principios del discipulado”.
Jesús ayudó a sus discípulos a crecer, querido/a hermano/a. Usted puede usar el mismo proceso para crecer en su vida espiritual. Los cinco principios bíblicos que Jesús uso para desarrollar discípulos y para que los discípulos respondieran a dichos principios, son los siguientes:
- El discipulador da el ejemplo, el discípulo imita.
- El discipulador explica, el discípulo experimenta.
- El discipulador entrena, el discípulo aplica.
- El discipulador apoya, el discípulo demuestra.
- El discipulador comisiona, el discípulo representa.
PRIMER PRINCIPIO: DA EL EJEMPLO
Jesús es el ejemplo supremo porque nos mostró al Padre. Los discípulos de Jesús tuvieron la ventaja de observar los hechos de su Maestro, que podían recordar y aplicar, en su caso.
Jesús invitó a Pedro a seguirlo. Pedro estaba contento siguiendo a Jesús y haciendo lo que Él hacía (leer Mateo 4:19-20). Los discípulos estaban contentos de hacer lo que Jesús hacía y, después de un largo día de enseñarles y sanar toda dolencia, Él les daba el ejemplo y ellos lo seguían (leer Mateo 8:23). El ejemplo de Jesús se obtiene de la Biblia y la dirección del Espíritu Santo. El ejemplo de Jesús se presenta en la Escrituras y el Espíritu Santo interpreta e ilumina cómo aplicar el ejemplo de Jesús a la vida.
El ejemplo es una ayuda útil en la enseñanza. El discipulador da el ejemplo y el discípulo imita ese ejemplo. La imitación es el primer paso para aprender a desarrollar una habilidad. Es difícil creer lo que no se puede concebir y es difícil concebir lo que nunca se ha visto. El discipulador no sólo debe enseñar datos, habilidades y actitudes; debe impartir un estilo de vida que le agrade a Dios. Cuando la Palabra, el Espíritu y el ejemplo le dan un mensaje coherente, usted sentirá un fuerte ímpetu para crecer espiritualmente.
Lucas 6:40 dice “El discípulo no es superior a su maestro, más todo el que fuere perfeccionado será como su maestro”. Este pasaje destaca el papel de dar el ejemplo a su discípulo. Juan Wesley, un verdadero discípulo de Jesús, dijo: “Sed imitadores de mí, como yo de Cristo”. El Apóstol Pablo dijo lo mismo y el hermano Cuau les dice lo mismo.
SEGUNDO PRINCIPIO: EXPLIQUE
Dar el ejemplo no es suficiente, necesita explicación. Por ejemplo, usted puede vivir una buena vida cristiana, pero si no explica que está viviendo esa vida por la gracia y el poder de Dios, un observador puede pensar que se debe a su educación o herencia. Jesús explicó los ejemplos que daba para que sus discípulos no lo malinterpretaran. Él quería que ellos supieran que todo lo que les enseñaba, y la razón por la cual se los enseñaba, venía de Dios (leer Juan 17:7).
FE EN ACCIÓN
Querido/a hermano/a, como está formando discípulos espirituales, es un imitador de Cristo, da ejemplo y enseña a sus discípulos la vida que usted tiene en Cristo. El Señor lo está exhortando para crecer en la gracia del Señor Jesucristo y a su vez que de un buen ejemplo y explique a sus discípulos que está formando. RECUERDE: CRISTO CUENTA CON USTED.
La palabra de Dios transforma vidas y da una vida con propósito, vida abundante, vida victoriosa y vida eterna.
Que Dios “te bendiga y te guarde, que Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré”. Y recuerden hacer del día del Señor: un día santo, un día saludable y un día feliz.
Hno. Cuau.
Tomado de mis estudios sobre Discipulado Bíblico y de compartir mi experiencia con Dios, como discípulo de Jesús.