Crónica IX Conferencia del Distrito Bajío, celebrada virtualmente el 27 de marzo de 2021.
Pastor Adrián Israel Juárez Villaverde
“Es mi propósito consignar… el número y la magnitud de los hechos registrados por lahistoria de la iglesia y el número de los que en ella sobresalieron en el gobierno y en lapresidencia de las iglesias… Por lo tanto, después de reunir cuanto hemos estimado aprovechable para nuestro tema… intentaremos darle cuerpo a un hecho histórico y quedaremos satisfechos con tal de preservar del olvido los trabajos, sino de todos los siervos de nuestro Salvador, siquiera de los más insignes en las iglesias más ilustres que aún hoy en día se recuerdan.”
Historia Eclesiástica I 1:1,4
Eusebio de Cesárea
Las palabras arriba citadas fueron puestas por escrito hace diecisiete siglos por un hermano en la fe cristiana llamado Eusebio (264-340 d.C.). Con ellas el obispo de Cesárea, nos introducía en su pionera obra histórica redactada para indagar y exponer el desarrollo trazado por la Iglesia del Señor, desde los apóstoles hasta los días en que nuestro hermano vivió.
Es muy probable que ni él ni sus contemporáneos hubieran imaginado que en este año 2021, parte de la Iglesia de Cristo ubicada en esta región del país continuaría la obra del Señor afrontando viejos y nuevos retos y dificultades, a la vez que también se equipa y fortalece echando mano de novedosas herramientas, formatos y dinámicas para reflejar mejor el amor de Jesús; siguiendo así el propósito de ser signo del Reino de Dios en medio de un contexto social complejo que se esfuerza día a día por salir adelante frente a los tardíos síntomas pandémicos de un año 2020 que aun se siente y recuerda con sabor amargo ante el fallecimiento sorpresivo de familiares, amigos y conocidos.
Afrontando este, como otros tantos desafíos y crisis, la Iglesia del Señor continua la obra del Evangelio de frente a los primeros meses de un nuevo año que hoy es terreno de oportunidad para materializar la esperanza de que otro mundo y otra iglesia son posibles con la ayuda del Dios que hace nuevas todas las cosas (Ap. 21:5).
Para encaminar el desarrollo de una renovación real y efectiva en nuestra Iglesia Metodista, el Distrito Bajío de la Conferencia Anual Septentrional se reunió haciendo uso de las plataformas virtuales que cada día más nos vinculan unos a otros (frente a la conocida problemática de las distancias largas que separan a nuestras congregaciones), para celebrar su IX Conferencia Distrital.
La convocatoria a la reunión fue hecha expresa por nuestra Superintendente de Distrito, la Pbra. I. Berenice Enoe Carmona García, quien iba dándonos la bienvenida a la sesión virtual una vez fuimos ingresando pastores y laicos involucrados e interesados en coadyuvar a mejorar el trabajo de la Iglesia en esta región de nuestro país, partiendo por supuesto, desde nuestra identidad cristiana. Desde algunos minutos antes de las nueve de la mañana, fueron añadiéndose poco a poco ese día sábado, una buena parte del pueblo llamado metodista que se halla circunscrito a las diferentes latitudes del Bajío mexicano. Hermanas y hermanos en la fe procedentes de quince congregaciones con presencia en cinco estados de la República (Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco y Nayarit), nos vimos reunidos a través de la virtualidad experimentada desde una pantalla que, si bien no permitía el saludo expresado en un cálido abrazo, si resguardaba la instrucción sanitaria del distanciamiento físico hoy tan recomendado para cuidarnos unos a otros, a la vez que cumplía con el propósito de interconectarnos por medio de la atenta escucha de nuestras voces y de la observación parcial de algunos rostros que se dejaron ver por momentos en la reunión.
Una vez pudimos escuchar varios saludos alegres entre amigos y conocidos que con buen ánimo y afecto se daban la bienvenida, dimos comienzo teniendo un tiempo especial de devocional comunitario, orando y cantando juntos, a la vez que nuestro corazón y nuestra mente se fueron preparando para recibir de Dios la dirección por medio de la reflexión que nuestro Obispo, el Pbro. I. Rogelio Hernández Gutiérrez, compartió con nosotros. El tema electo de nuestra Conferencia Distrital, “La doctrina como pauta de la comunión”, orientó las palabras de nuestro Obispo para que pudiera recordarnos a todos la importancia que ocupan la enseñanza bíblica y la doctrina cristiana como ejes desde donde pueden cimentarse puentes para el dialogo, a la vez que se tejan fructíferas relaciones entre el pueblo de Dios vinculado en amor en medio de la diversidad tan rica de opiniones, caracteres, talentos y dones, que son marca ya distintiva de nuestras congregaciones y los miembros que las componen.
Fue reflexivo tener presente que nuestra identidad doctrinal y nuestra tradición wesleyana (lejos de corromperse convirtiéndose en endurecidas rocas desde donde se levanten muros que nos separen aún más en una sociedad tan lastimada por la enemistad y el odio), constituyen la base de toda buena comunicación y entendimiento con el prójimo con quien estamos llamados a formar una comunión abierta y visible, como Jesús mismo dio testimonio dejando muestra de una vida donada en amor a la universal familia humana de todo tiempo, género, raza y cultura.
Una vez concluimos nuestro tiempo devocional nos dispusimos a iniciar la primera sesión de trabajos de nuestra Conferencia de Distrito, rogando en oración al Espíritu que dirigiera nuestra toma de decisiones, nuestras palabras y el dialogo necesario para mejorar e ir avanzando siendo fieles a su voluntad y al propósito al que nos ha llamado como su Iglesia.
El primer momento de nuestra sesión estuvo encaminado a nombrar al secretario que apoyaría los trabajos de la conferencia, luego de lo cual se prosiguió a realizar el recuento de los miembros oficiales, entre los que se encontraban los miembros pastorales, los laicos que fungen como administradores locales en las áreas de su iglesia, y los miembros oficiales del Gabinete Distrital. Teniendo un cuórum total de 56 miembros oficiales presentes en la Asamblea Distrital. Inmediatamente se prosiguió a determinar que miembros harían parte de las comisiones que trabajarían durante el presente periodo de sesiones. Habiendo elección en varios de nuestros hermanos laicos y compañeros pastores para que desempeñaran una función especifica en apoyo al trabajo del Distrito.
Habiendo concluido con estos momentos de organización, se dispuso el tiempo para la presentación de los informes de carácter distrital. Nuestra Superintendente pidió al Obispo el apoyo para presidir la asamblea durante el tiempo en que ella nos presentó su informe de trabajo correspondiente. Nuestra Superintendente Berenice informó que igualmente seria ella quien nos haría favor de presentar los informes de las áreas distritales de Desarrollo Cristiano, Testimonio Cristiano, Finanzas y Administración, así como de las organizaciones que están trabajando activamente en nuestro Distrito Bajío: la Sociedad Misionera Femenil y la Liga Metodista de Jóvenes e Intermedios. Además, también se incluyó el informe de la Comisión Distrital de Continuidad y Capacitación de Ministerios. A través de esta presentación, se expuso el trabajo realizado, los nuevos retos del presente panorama y también los resultados obtenidos durante este periodo. Una vez fueron presentados, se mencionó que con anticipación los mismos se entregaron a la Comisión Distrital de Análisis y Evaluación de Informes para su respectiva evaluación.
Se concluyó con esta primera sesión de trabajos con la presentación de la estadística en comparativa 2018-2020. Esta actividad ayudó a que la asamblea pudiera tener un panorama amplio del trabajo hasta entonces realizado, demostrando así que la Iglesia de Cristo sigue caminando adelante de frente a estos nuevos contextos que en medio de todas las dificultades que han traído consigo. Posterior a este tiempo estuvimos prestos a escuchar la ponencia “Mis raíces doctrinales” por parte de nuestra Hna. Tavita Gómez Palomo, quien está al frente del Área Nacional de Desarrollo Cristiano, quien nos animó a recordar el especial valor doctrinal de nuestra herencia metodista, destacando que la preparación y formación de una identidad cristiana metodista va siempre de la mano de una experiencia transformadora que se abre al Evangelio.
Luego de tomar un breve receso, volvimos a estar prestos con una segunda sesión de nuestra Asamblea, en donde se prosiguió a responder públicamente las preguntas disciplinarias. Las Comisiones luego de presentar ante la Asamblea su dictamen y recomendación para la aprobación del carácter de los pastores así como funcionarios, respondieron a las demás preguntas disciplinarias. Posterior a ello se atendió entonces a la
necesidad de que la Asamblea diera elección a una terna de candidatos pastorales elegibles para que uno de ellos funja como nuestro próximo Superintendente de Distrito, una vez haya sido electo en la próxima Asamblea de nuestra Conferencia Anual Septentrional. Luego del respectivo proceso de votación, hubo elección en los siguientes miembros pastorales para que constituyan la terna que se presentará ante la Asamblea Conferencial:
- Pbra. I. Berenice Enoe Carmona García
- Pbro. I. Topiltzin Hernández Alonso
- Pbra. I. Hilenia Andrade Pérez
Ya en el último espacio de este período de trabajos, se dio atención a los asuntos generales. En esta ocasión, se presentaron únicamente tres asuntos generales de cuestión informativa que fueron rápidamente resueltos. Además, también se comentó en la asamblea que asuntos se turnarían al Gabinete Distrital para su resolución. Estos asuntos fueron la aprobación del acta de esta conferencia y la elección de la sede para nuestra próxima Conferencia de Distrito. Una vez se hubieron desahogado todos los asuntos a tratar, la asamblea dio por terminados sus trabajos no sin antes tomar un tiempo especial de convivencia para relajarnos un momento a través de una actividad lúdica y entretenida que nos vinculó con alegría. Luego de terminar con estos momentos, fue clausurada oficialmente nuestra Conferencia Distrital siendo las 14:16 hrs. con una oración a cargo de nuestra Superintendente, dando gracias a Dios por su favor, su misericordia y su bondad obsequiados al Pueblo llamado metodista, para llevar a cabo estos trabajos.
El Señor nos ayudó a concluir los asuntos de esta Conferencia Distrital mostrándonos una vez más que Él sigue poniendo su confianza en nosotros para realizar su obra en el mundo y para extender su Reino. Cierto es que queda mucho por hacer y mucho por mejorar, más nuestra esperanza es saber que en medio de todo, Dios estará con nosotros.
“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”.
Hechos 2:42