Esteban Quiroz González
El día de las madres es una celebración que proviene de Estados Unidos, donde fue proclamado fiesta por sus gobernantes.
Lejos de su marcado tinte comercial actual, en dicho país, aquella celebración tiene su origen en al menos 4 mujeres protestantes, tres de tradición metodista, y una unitaria, preocupadas por la situación y los derechos de la mujer.
La primera de ellas es Julia Ward Howe, esta fervorosa cristiana y predicadora, creadora del «The Battle Hymn of the Republic» (conocido también como “Glory, Glory Aleluya”), fue una abolicionista (contraria a la esclavitud) y una defensora de los derechos de la mujer (feminista sufragista), que creía que las mujeres debían unirse por la Paz, y poner fin a las guerras. Ella creó la proclama del Día de las Madres con un abierto sentido pacifista:
¡Levántense, mujeres de hoy! ¡Levántense todas las que tienen corazones, sin importar que su bautismo haya sido de agua o lágrimas! Digan con firmeza: ‘No permitiremos que los asuntos sean decididos por agencias irrelevantes. Nuestros maridos no regresarán a nosotras en busca de caricias y aplausos, apestando a matanzas. No se llevarán a nuestros hijos para que desaprendan todo lo que hemos podido enseñarles acerca de la caridad, la compasión y la paciencia’. Nosotras, mujeres de un país, tendremos demasiada compasión hacia aquellas de otro país, como para permitir que nuestros hijos sean entrenados para herir a los suyos. Desde el seno de una tierra devastada, una voz se alza con la nuestra y dice ‘¡Desarma! ¡Desarma!’ La espada del asesinato no es la balanza de la justicia. La sangre no limpia el deshonor, ni la violencia es señal de posesión. En nombre de la maternidad y la humanidad, les pido solemnemente que sea designado un congreso general de mujeres, sin importar nacionalidad, y que se lleve a cabo en algún lugar que resulte conveniente, a la brevedad posible, para promover la alianza de diferentes nacionalidades, el arreglo amistoso de cuestiones internacionales.
Julia fue una apasionada luchadora por los derechos de la mujer y promotora de la libertad religiosa y fervorosa predicadora que afirmaba que «cualquier religión que sacrifica a las mujeres a la brutalidad de los hombres no es una religión».
La segunda de ellas es la gran Juliet Calhoun Blakeley, considerada madre del Metodismo en Albion, Estados Unidos. Ella era parte de los Movimientos de Temperancia, esto es, de aquellos movimientos cristianos especialmente femeninos que querían prohibir el alcohol, porque lo acusaban de ser causantes de grandes males sociales, entre ellos, la violencia de los hombres alcoholicos a sus esposas e hijos. En una ocasión, un grupo de hombres antitemperanes de Albion, habrían emborrachado a dos niños de forma intencional para combatirlas. A partir de este verdadero atentado, se comenzó a celebrar en dicha localidad el día de las madres por cuanto luchaban combatiendo el alcoholismo y sus males, la segunda semana de mayo.
Luego vienen otras dos metodistas más, una madre y una hija del mismo nombre: Ann Jarvis.

Ann María (Reeves) Jarvis, madre, fue una metodista que trabajó fuertemente por las condiciones de vida de las mujeres trabajadoras y sus problemas y necesidades sociales en materia de trabajo y salud, batallando por mejoras en la salud pública y por mejoras en su trabajo. Ella falleció el 9 de mayo de 1905, y su hija homónima, inspirada en el deseo de su madre y en la gran Julia Ward y Juliett Calhoun, luchó por establecer el 10 de mayo como el Día de las Madres.
Así, en al año 1908 en la Iglesia Metodista de St. Andrews, de Grafton, Virginia Occidental, se celebró en forma no oficial y por primera vez esta actividad un día 10 de mayo, con la asistencia de más de 400 mujeres.
La archivista de la Iglesia Metodista Unida, Harriet Olson nos comenta:
«Cuando Ann Jarvis estaba trabajando para establecer el Día de la Madre como un evento nacional, y cuando su hija heredó la responsabilidad, no estaban pensando en tarjetas de felicitaciones ni en las flores. Estaban pensando en el trabajo de las mujeres y el testimonio significativo que las mujeres podían dar acerca de la necesidad de la paz. Ann Jarvis estaba convencida de que las madres, las mujeres, pero especialmente las madres, tenían que trabajar por la paz, porque ellas podían ver los estragos que la guerra había causado en sus maridos y sus hijos, sus esfuerzos fueron tan concentrados, y ellas estaban tan claras y enfocadas que su voces fueron muy poderosas. Y eso es lo que es el origen del actual Día de la Madre».
Ann Jarvis hija, sintió mucha frustración al ver que esta celebración se transformó en un asunto meramente comercial, y protestó tan fuertemente contra él, que incluso fue arrestada por perturbar el orden público, e intentó abolirlo porque creía se le había privado de su verdadero sentido, que estaba enfocado en el aporte de la mujer a la humanidad, la paz, sus derechos y el bienestar.
Tomado de Facebook de El Otro Canuto, 9 de mayo de 2021.