Una Oración Basada en el Salmo 51

Una Oración Basada en el Salmo 51

Chad Engbers* (adaptación)

Dios misericordioso,

Te necesitamos tanto. Cuando miramos a nuestro alrededor, vemos enfermedades en todas partes; cuando miramos hacia adentro, vemos nuestro pecado. Deseas la verdad en nuestro ser interior, y en esta temporada de Cuaresma, damos una mirada honesta a las manchas en nuestras almas.

Lávanos, te pedimos, y seremos más blancos que la nieve. Pero a medida que la nieve invernal se derrite del paisaje que nos rodea, vemos el desastre que yace debajo: la hierba cubierta de maleza; los pedazos de basura; las hojas marchitas y sin rastrillar. Nuestros corazones y nuestras almas también recogen su desorden: pequeños rencores, envidia ocasional, un mal hábito, o dos, que siempre hemos tenido la intención de limpiar.

Crea corazones limpios en nosotros, Dios. Renueva espíritus rectos en nosotros. Abre nuestras ventanas y limpia nuestras almas en primavera. Frótalos con tu gracia y sopla el viento fresco y vigoroso de tu Espíritu a través de ellos. Devuélvenos el gozo de tu salvación.

Te necesitamos tanto.

Y también nos necesitamos unos a otros. Estamos agradecidos por oportunidades como esta, de reunirnos para cantar y orar, en comunión con otros cristianos. A medida que el coronavirus aleja a más y más personas, se nos recuerda que fuimos creados por Ti para la comunidad.

Está cerca de todos aquellos a quienes esta enfermedad ha separado. Esté cerca de aquellos que se sienten demasiado lejos de casa. Guía a nuestra comunidad (profesores, estudiantes y personal) mientras tratamos de descubrir cómo hacer nuestro trabajo y vivir nuestras vidas en circunstancias nuevas y desorientadoras.

El estrés de estos cambios no reemplaza nuestras cargas ordinarias: las lecturas, el trabajo de laboratorio, los papeles, los exámenes parciales … y la fatiga que causan todas esas cosas. Los nuevos desafíos se suman a todas esas cosas. Dios, danos paciencia y resistencia.

Y está especialmente cerca de los afectados por el coronavirus. No los arrojes lejos de tu presencia. Dales fuerza y ​​sanación. Dales consuelo.

Nuestro mundo te pertenece. Nuestro aire te pertenece. Los oídos que usamos para escuchar, las bocas que usamos para cantar, las mentes que usamos para pensar, sentir y orar, todo tuyo. En tu gran misericordia, contiene este virus que arrasa tu buen mundo. Que la primavera limpie este mundo.

Y mientras estamos aquí reunidos, usamos el aliento que nos has dado para orar juntos la oración que nos has enseñado:

Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre.
Venga tu reino.
Hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Y perdónanos nuestras deudas,
como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
No nos dejes caer en la tentación,
mas líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
el poder
y la gloria por toodos los siglos.
Amén.

* El profesor de la Universidad de Calvin, Chad Engbers, oró esta oración el 12 de marzo de 2020 durante el servicio diario de la capilla. Este fue uno de los últimos servicios de capilla realizados antes de que el campus cerrara debido a la pandemia de coronavirus.

REFERENCIA

Engbers, Chad. (2020). A COVID-19 Prayer Based on Psalm 51. Abril 2, 2020, de Calvin Institute of Christian Worship Sitio web: https://worship.calvin.edu/resources/resource-library/a-covid-19-prayer-based-on-psalm-51