<strong>Desinformación e incertidumbre</strong>

Desinformación e incertidumbre

¿A poco deveras pensamos y dejamos pensar?

Abner Alaniz Rangel

Con mi dedicatoria a Susana Zapata

¡Otra vez la burra al maíz¡ A solicitud expresa de quienes detentan el poder, por enésima vez, he debido comparecer ante una incompleta Comisión de Relaciones, -faltaron algunos de su miembros- para exponer mis motivos y razones de algunos de mis escritos, que han provocado cierto malestar en esas esferas. Y me queda claro, que en la mayoría de los casos, las jerarquías, públicas, privadas o religiosas, no debaten ideas, sino defienden su “status quo”.

Es cierto, que el corazón tiene exageraciones que la razón no conoce, pero mis pocos lectores habrán de reconocerme el mérito de que jamás he actuado con dolo, que mi pasión por el metodismo y su doctrina me llevan a defender a “capa y espada”, lo que considero de valía para nuestra iglesia a fin de que las nuevas generaciones a lo menos conozcan mi versión. En mi pluma aletea el espíritu, que pone luz en las inteligencias y en los corazones el fuego del amor a nuestra iglesia, usando los escritos como herramientas humanas y, por qué no, divinas.

¿Cuál es el prurito de desestimar las sugerencias, que mediante mis escritos hago a los interesados en el episcopado, para presentar un plan de acción que permita al electorado tener un voto razonado? Escudarse, en la Disciplina y su actual articulado, no los exime de su responsabilidad histórica, en caso de llegar a la suprema magistratura.

Hace muchos años, se conformó un grupo de pastores y laicos, que nos propusimos ser un movimiento revolucionario metodista. Teníamos nuestras reuniones en el salón social de la Iglesia de Beethoven 133. Se hizo un diagnóstico situacional de nuestra iglesia, se sacaron valiosas conclusiones que se pusieron en práctica y, como corolario de dichas reuniones, fuimos a Pachuca, Hgo. a entrevistarnos con el Pbro. Raúl Ruiz Ávila y, después de auscultar su sentir, finalmente, solicitamos aceptara se le elevara a la suprema magistratura del episcopado. ¡Y resultó! ¡Votaron por él!

Evocando las efemérides, escribí una convocatoria que hice del dominio público invitando a los que tenían interés en desempeñarse como Obispo a que consideraran los puntos signados en la convocatoria. Desmenuzo el asunto. Le llamé movimiento, porque significa dejar la zona de confort y unirse a la acción. Revolucionario, porque el prefijo “re” significa repetir o volver a hacer y “volucionario” viene de evolución, lo que en los tiempo actuales nuestra iglesia necesita volver a evolucionar y eso sólo lo puede hacer el que obtenga la suprema magistratura. El resto del documento, invita a los candidatos a que presenten un proyecto de acción, aunque no sea Disciplinario, sustentado en los “Principios de una Iglesia Saludable”. Además, recomendaba la lectura del “ABC DEL DESARROLLO NATURAL DE LA IGLESIA” de Christian A. Schwartz, para que de esa manera yo, como votante tuviera elementos de valor para concederle mi voto. ¡Pero vean ustedes en que derivó todo esto!

Después de la correspondiente admonición, que acepté gustoso, ejercida por la comisión en uso pleno de sus deberes, de casi dos horas de amena charla y debate de ideas y conceptos, y después de expresar mi atenta disculpa; lo inaudito de la conclusión a la que se llegó fue: ¡USTED SIGA ESCRIBIENDO POR FAVOR! Y, ante solicitud expresa, de tan reconocida comisión, no puedo más que acceder a tan noble y significativa petición. Ahora sí, que haré lo que el tamalero de la esquina, escribiré como se dice: “de dulce, de rajas, de mole y de dulce”. Después de todo, salvo la misiva enviada por un colega, donde con propiedad debida me expresa sus consideraciones respecto al texto escrito, de allí en fuera, sólo he recibido manifestaciones de apoyo y aliento a mi tarea de ser la voz de los que no tienen voz o que de plano les da miedo hablar por temor a la represión, o a que se tengan que encarar con la Comisión de Relaciones.

DESINFORMACIÓN E INCERTUMBRE, es lo que ahora deseo plantear. La desinformación, produce incertidumbre, y esta nos lleva a los rumores, lo que provoca una total desorientación, y esta desorientación ¿a quién beneficia? Siempre hay un beneficiado de los rumores. Hoy, según mis fuentes, se inician los trabajos de la Conferencia General, existe una total desinformación acerca de lo que allí se hace, y la mayoría de delegados laicos y pastores, asisten con la incertidumbre de ¿ahora qué asuntos se tratarán? ¿Cuál será nuestra participación para el mejoramiento de nuestra iglesia? ¿Cómo encontraremos los elementos que nos permitan abatir la apatía e indiferencia, que ha permeado en diversos sectores de nuestra iglesia? ¿Cómo romper ese estatismo en el que hemos caído? Y me surge la pregunta ¿tenemos derecho los metodistas a estar informados? Nuestra iglesia enfrenta una aguda incertidumbre. ¿Quién quedará de Obispo? ¿Sigue teniendo valor la itinerancia

Las iglesias o movimientos que carecen de ella, ¡son los que más han crecido en las últimas décadas! ¿Se revisarán de forma exhaustiva las estrategias financieras, a nivel de iglesias y de familias? ¿Los índices financieros se mejorarán? Si usted no lo sabe, yo menos. Pero déjeme cuando menos aportar mi consideración. Acudamos a la Disciplina: En el artículo 253, se menciona que su propósito es: normar, legislar, definir y fijar las relaciones de la Iglesia Metodista de México, A. R., entre sus miembros y ante terceros con base en la Disciplina; así como planear, organizar y evaluar las funciones, facultades y poderes de sus miembros en Plena Comunión, Probandos, Simpatizantes, Conferencias, Gabinetes, grupos de trabajo y comisiones; e instrumentará la forma de promover, obtener y administrar los recursos necesarios para llevar a cabo la obra general de la Iglesia de acuerdo a las áreas básicas de su misión: Desarrollo Cristiano, Testimonio Cristiano, y Finanzas y Administración; y todo lo relativo a la economía temporal y administración de bienes. Y yo me cuestiono, ¿qué harán en el caso de los funcionarios de nuestra Conferencia Anual, que de acuerdo a la Comisión de Estudio Análisis y Evaluación de Informes, no salieron muy bien librados (por no decir reprobados)? ¿Seguirán en funciones? Entre la minuta de los asuntos tratar, llama la atención que se señala: “¿Cuál es el dictamen de la Comisión de estudio, análisis y evaluación de los informes respecto de los siguientes funcionarios y grupos? Obispos, Colegio de Obispos, Gabinete General, Tesorero general, Comisión de Coordinación Nacional de Programa, Área de Desarrollo Cristiano, Área de Testimonio Cristiano, Área de Finanzas y Administración, Servicio Social de la Iglesia, Director de Literatura y Comunicaciones, Comisión Nacional de Continuidad y Capacitación en Ministerios, Seminarios, Asuntos Legales, Archivo e Historia, Organizaciones oficiales, Funcionarios de finanzas, Comisión de estadística, El Evangelista Mexicano, Comisión de Fe y Orden y Otras comisiones?». Pues, verdad que está muy cargada la agenda de asuntos. Pero, una vez terminados los trabajos ¿tendrán el valor de informar debidamente? ¡Lo dudo! El Evangelista Mexicano tendría que hacer una edición monumental y extraordinaria, para dar a conocer tanta información. Por lo pronto, yo me resigno a esperar lo que mis fuentes me comenten en “radio pasillo”.

Acuden en mi auxilio algunos conceptos de lo que hace tiempo escribí, sobre el derecho a la información. Uno de los graves problemas de la Iglesia Metodista de México, es que carecemos de una adecuada información del acontecer eclesial y, generalmente, nos enteramos por medio de ”Radio Pasillo” o de los rumores y díceres de quienes presumen estar bien informados, y nos llevan a una total desinformación. No entiendo cuál es el prurito para el ocultamiento de información que debe estar en poder de todas las iglesias y surge la pregunta: ¿tenemos derecho a estar informados? Por supuesto que sí. En muchas ocasiones, se calumnia a los pastores por la desinformación existente, pues no existe la versión oficial, sino la versión distorsionada, de quienes se escudan en el “a mí me dijeron”. 

De pronto resulta que al funcionario «x» o «z» lo han desbancado y nadie supo, nadie sabe; pues pareciera ser que somos muy dados a tirar la piedra y esconder la mano, y que nadie se entere de lo hecho. El estar bien informado es un derecho inalienable de todo ser humano; es allí en donde radica la trascendencia de eventos: en los que tenemos el derecho a estar informados acerca del estado general que guarda nuestra iglesia, en dónde hemos avanzado y en dónde hemos retrocedido. 

El ser humano, desde que nace, tiene el derecho inalienable a saber de lo que acontece en su entorno, a fin de estar informado respecto de ello. El derecho a la información tiene un sustento bíblico. En Mateo 10:11, ya Jesucristo se los recomendaba a sus discípulos al señalar: “Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos quien en ella sea digno, y posad allí hasta que salgáis.” ¿Qué es el derecho a la información? El derecho se refiere a la facultad natural de hacer todo aquello que sea nuestra voluntad, a no ser que la ley lo prohíba; y es la facultad de exigir todo aquello que la ley o la autoridad establece en nuestro favor. La información es la acción de averiguar todo lo que requerimos acerca de una cosa o de un hecho, o de la calidad y circunstancias acerca de un sujeto. El derecho a la información como tal, está consagrado en el artículo 6º. Constitucional reformado en diciembre de 1977 que establece que el derecho a la información está garantizado por el Estado, reconociéndose, no obstante, por el propio Ejecutivo Federal de la época, que para que esta estuviera suficientemente garantizada, se hacía necesario trabajar en aras de su regulación legal y reglamentaria.

Es de destacarse que en el año de 2007, por adición al artículo 6º. Constitucional, y publicada el 20 de julio de 2007, en el Diario Oficial de la federación, se eleva a rango constitucional este derecho, que constitucionaliza los principios que inspiran la Ley federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental. El garantizar conforme a la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, el derecho de acceso a la información, consiste en conocer la información que permita el mejor desarrollo del ciudadano así como la toma de mejores decisiones en el ejercicio de sus derechos políticos y el control de los recursos económicos del Estado. Esta reforma permite al ciudadano exigir que se le brinde la información lo más veraz posible a fin de normar su criterio que justifique su actuar en beneficio de la población.

Hasta aquí, lo que la Ley menciona. El Reverendo Juan Wesley supo entender muy bien este precepto -aunque ni siquiera se enteró de este decreto de Ley- cuando señala en uno de sus apotegmas clásicos, “Como metodistas, nosotros pensamos y dejamos pensar”. Me parece que, en todos los sectores de nuestra iglesia incluyendo el jerárquico, debiera de hacerse un concienzudo análisis con miras a una irrestricta aplicación. De qué manera estamos empleando nuestras fortalezas y de qué forma tratamos de superar nuestras debilidades. Nuestras Iglesias, también tienen el derecho a estar bien informadas. 

En la multicitada reunión -con la Comisión de Relaciones-, externé que “valoro muchísimo las opiniones contrarias a la mía». El pensar diferente no nos convierte en enemigos, nos enriquece. Los puntos de vista que disienten de los nuestros nos permiten ampliar nuestros horizontes de entendimiento, ver detalles y hechos que tal vez no habíamos imaginado y lograr una nueva perspectiva, más abarcadora. Además, en muchas ocasiones, refuerza lo que percibimos como verdadero o lo que hemos decidido. Bien dice el dicho popular: “En este mundo falaz, nada es verdad nada es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. Nosotros tenemos la capacidad de recibir información y de decodificarla y procesarla conforme a lo que consideremos más afín a nuestras creencias y a nuestros pensamientos. Esta es una de las características fundamentales que nos hace ser únicos. Valorar la capacidad del otro de pensar o de sentir de otro modo, sin imposiciones ni descalificaciones, es una manera de hacer que nuestra voz también sea respetada. Por algo, Wesley señala: “Pensamos y Dejamos Pensar”. Por eso, le doy la bienvenida a los dichos que difieren de los míos e incluso a las críticas. Hago toda esta acotación, para que se vea la importancia de la información y porque quiero recordar a quien por su peculiar manera de pensar, el Obispo Ulises Hernández Bautista -a quien se asociaba con la Teología de la Liberación-, durante el ejercicio de su episcopado, fue bloqueado por algunos sectores supuestamente defensores de la “Sana Doctrina” a grado tal que en una Conferencia Anual, celebrada en la Iglesia de Churubusco, planteo el asunto con toda virilidad, casi al borde las lágrimas y sentenció: «¡No tenemos dinero ni para la nómina!”. De allí se derivó el acuerdo de que el diezmo de los pastores fuera a las arcas de la Conferencia. ¡Nunca me quedo claro cómo se le hizo para derogar tal acuerdo y que se enviara a los Distritos!

Él tuvo la virtud de eliminar la incertidumbre de los pastores, entregando en sobre lacrado sus correspondientes nombramientos con suficiente tiempo para preparar su mudanza. La incertidumbre conduce a la desconfianza. Veamos algunos ejemplos de mi aserto: si los nombramientos pastorales se ventilan con bastante antelación no resulta sano, ni física, ni moral ni espiritualmente, para el pastor y su familia y las congregaciones, que en un hecho insólito -salvo honrosas excepciones- se enteren hasta cuando Señor Obispo da lectura a los nombramientos en el culto de clausura. ¿No debiera evolucionar este sistema?

Usted, amable lector, miembro de la iglesia Metodista de México, según sea el caso, asiste a la Asamblea anual de las Ligas de Jóvenes, de las Sociedades Misioneras Femeniles, de las Legiones Blancas de Servicio Cristiano, o de las Fraternidades de Hombres Metodistas, o del Grupo de Matrimonios. De pronto, usted se ve involucrado en el trabajo de la organización, según sea el caso, y ya forma parte de un Gabinete Conferencial, Distrital o Nacional, y se ve sumergido en una tremenda incertidumbre: ¿Y ahora qué voy a hacer? ¿Quién le orientará? ¿Quién le explicara qué es lo que debe de hacer? Usted y el resto de los integrantes se hacen un sinnúmero de interrogantes. Acuden a la Disciplina o a la Constitución según el caso, y sólo encuentra que dice: “Establecerá un programa de acción” o “Presentará un Plan de trabajo, ante las instancias correspondientes”.

A usted, le nombran en el Área de Desarrollo Cristiano y, en el art. 419 se dice: “Deberá presentar un plan de trabajo e informara de los resultados del mismo ante…” o lo nombran para el Área de Testimonio Cristiano, en donde se señala: “Deberá integrar, asignar fechas de realización, promover, ejecutar y evaluar el programa aprobado por la Conferencia General” !Gulp! Y así, por el estilo. Y usted, se frustra más, porque no sabe “ni qué onda”. ¿En verdad la Conferencia General le dará un plan de trabajo? En su agenda cargada de asuntos, no hay ningún rubro que hable de planeación. ¿Habrá alguna autoridad que se tome la molestia de llamarlo y de explicarle los pasos para la planeación? Hago votos para que así sea. 

En fin, nos espera una muy fuerte responsabilidad en cuanto a un voto serio y razonado, que permita ser la expresión del Espíritu Santo, respecto de nuestras decisiones, pues necesitamos un obispo que nos presente un Plan de Trabajo acorde a los requerimientos de la época, serio, creíble y entendible, que respete la ortodoxia de nuestra iglesia y nuestra tradición wesleyana metodista, y que no venga con ideas demasiado liberales, respecto de asuntos que se ventilan en la opinión pública; que, amén de cumplir con los requisitos estipulados en la Disciplina, venga precedido de la experiencia del haber pastoreado el suficiente número de cargos pastorales; que sea la garantía de poder asumir una responsabilidad de mayor responsabilidad. Que use la autoridad que se le delega de manera firme pero suave, entendiendo que una caridad lúcida y paciente todo lo puede.

Viene a colación lo anterior, porque precisamente hace 34 años vivimos un ambiente similar, uno de los candidatos fuertes al episcopado era tachado de una marcada inclinación hacia la teología de la liberación, lo que provocó resquemor en vastos sectores de nuestra iglesia, habiendo la amenaza incluso de un resquebrajamiento de las finanzas. Un grupo de pastores y laicos, nos organizamos y nos consideramos como Movimiento Revolucionario Metodista, tuvimos reuniones de análisis, jornadas de oración y concluimos suscribiendo un documento de mi autoría, que imprimimos y distribuimos, a todos los delegados asistentes al LVII Periodo de Sesiones de la Conferencia Anual, celebrada en la iglesia “El Mesías” de Balderas 47, del 20 al 24 de Agosto de 1986.

Hoy, se da el mismo momento histórico y en la misma sede. Por supuesto, las circunstancias son totalmente diferentes. Se barajan diversos nombres, en corrillos se menciona que el sector pastoral no logra ponerse de acuerdo; que el sector laico no acierta a decidir por quien, porque desconocen quienes pudieran ser los candidatos probables y más idóneos. Por eso me permito transcribir el mencionado documento que en aquel entonces difundimos, y que hoy hago motivo de tu reflexión en la esperanza de que pueda sernos de utilidad. 

El presente, es un auténtico documento bíblico. Es, como podrá observarse, un mensaje apostólico justo, preciso, para auxilio en la necesidad durante el episodio que viviremos los cristianos metodistas, en la próxima Conferencia Anual a celebrarse en el templo “el Mesías” de Balderas 47, de la ciudad de México; al considerar la próxima elección episcopal y de algunos otros funcionarios. No he utilizado, para obtenerlo, sino el sistema de concordancia; esto es, apenas enlazar los textos bíblicos, cuyo conjunto bien puede asombrar por la frescura y la oportunidad de su mensaje; exactamente como es la naturaleza de la palabra de Dios.

Creo sinceramente y en el amor de Cristo, que esta Carta Apostólica pre-electoral sobre quién debe ser nuestro obispo, puede conducirnos al análisis cuidadoso, de los prospectos que ya se barajan, procurando la inspiración del Espíritu Santo, en cuanto al Presbítero itinerante que no solo reúna los requisitos, sino que sea el más capaz, más idóneo, de acuerdo con lo señalado precisamente, por las Sagradas Escrituras, en el momento de resultar electo; y no solo nos vayamos con la finta de su notoria simpatía o del blof de su aparente trabajo. Estimado compañero pastor, fraternalmente pongo en tus manos el referido texto, con la esperanza de que tu voto sea analizado y razonado, y no solo apasionado en base a simpatías. Para los mencionados fines, utilice la Biblia de Alonso Schokel y Juan Mateos/Ediciones Cristiandad Madrid/ Editorial Verbo Divino, Estella.Navarra. He aquí el referido documento:

CARTA APOSTOLICA PRE ELECTORAL

SALUDO:

Tarso de Cilicia. Año 50, d.C. “Pablo, servidor del Mesías Jesús, a todos ustedes los predilectos de Dios, les deseo el favor y la paz de Dios nuestro Padre y del señor, Jesús Mesías. Antes de nada doy gracias a mi Dios, por medio de Jesús mesías por todos ustedes, porque en el mundo entero se pondera su fe”. Rom. 1:1, 7, 8.

MOTIVO DE LA CARTA:

“Respecto al asunto del próximo concilio y de la elección del obispo, déjenme recordarles: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres” Hech. 5. 29b; “Esto es indiscutible; por tanto, es menester que conserven la calma y no obren precipitadamente” Hech. 19. 36

“Y si tienen alguna otra demanda en legitima asamblea se puede decidir” Hech. 19. 39; “Conocen bien las instrucciones que les dimos en nombre del Señor Jesús: lo que Dios quiere es que vivan consagrados a Él, que se aparten de libertinaje, que sepa cada cual controlar su propio cuerpo santa y respetuosamente, sin dejarse arrastrar por la pasión, como los paganos que no conocen a Dios.” 1ª. Tes. 4:2-5

“Cualquier cosa que hagan, háganla con toda el alma como si fuera para el Señor y no para los hombres”, Col. 3.23; “Y aquel que examina el corazón conoce la intención del espíritu porque éste intercede por los consagrados como Dios quiere”. Rom. 8.27

RECOMENDACIONES GENERALES:

«Entiendo vuestra preocupación, por las próximas elecciones, pero antes que nada tengan cuidado de ustedes y de todo el rebaño en que el Espíritu Santo los ha puesto como guardianes, siendo así pastores de la iglesia de Dios, que él adquirió con la sangre de su Hijo. Ya sé yo que cuando les deje, se meterán entre ustedes lobos feroces que no perdonaran el rebaño, e incluso de entre ustedes mismos saldrán algunos que corromperán la doctrina, arrastrando tras sí a los discípulos. Por eso estén alerta. Ahora los dejo en manos de Dios y del mensaje de su gracia que tiene poder para construir y dar la herencia a todos los consagrados”. Hech. 20:28-32

“A ustedes hermanos, los han llamado a la libertad; solamente que esa libertad no de pie a los bajos instintos. Al contrario, que el amor los tenga al servicio de los de demás”. Gal. 5:13

Insisto porque esto es vital: “Cuiden del rebaño de Dios que tienen a su cargo, miren por él, no por obligación, sino de buena gana, como Dios quiere; tampoco por sacar dinero, sino con entusiasmo; no tiranizando a los que les han confiado, sino haciéndose modelo del rebaño. Así cuando aparezca el supremo pastor, recibirán la corona imperecedera de gloria”. 1ª. Pedro 5.1-4

“Por esta razón nosotros, desde el momento que nos enteramos oramos por ustedes sin cesar; pedimos a Dios que les de pleno conocimiento de su designio, con todo el saber e inteligencia que procura el Espíritu”. Col. 1:9-11; “El mensaje del Mesías habite entre ustedes con toda su riqueza: enséñense y aconséjense unos a otros lo mejor que sepan; con agradecimiento canten a Dios de corazón Salmos, himnos y cánticos inspirados; y cualquier actividad suya de palabra o de obra, háganla en honor del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Él.” Col. 3:15-17

“En consecuencia, un favor les pido; que vivan a la altura del llamamiento que han recibido; sean de lo más humilde y sencillo, sean pacientes y conllévense unos con otros en amor. Esfuércense por mantener la unidad que crea el Espíritu, estrechándola con la paz.” Efe. 4:1-3. “En una palabra: como hijos de Dios, procuren parecerse a Él y vivan en mutuo amor, igual que el Mesías les demostró su amor. Que nadie los engañe con argumentos huecos: estas cosas son las que atraen la reprobación de Dios sobre los rebeldes. Por eso no se hagan cómplices de ellos: pórtense como cristianos, donde florece toda bondad, honradez y sinceridad, examinando a ver lo que agrada al Señor. En vez de asociarse a las acciones improductivas de las tinieblas, denúncienlas, porque lo que estos hacen a escondidas da vergüenza hasta decirlo. No sean irreflexivos traten de comprender lo que el Señor quiere”. Efe. 5:1,2; 6-12; 17

“Dejen de engañarse: malas compañías corrompen buenas costumbres”. 1ª. Cor. 15:33; “Pues aun se dejan llevar de los bajos instintos. Mientras hay entre ustedes rivalidad y discordia, ¿no es que los guían los bajos instintos y que proceden como gente cualquiera? 1ª. Cor. 3:3; “…por eso, limpiémonos toda suciedad de cuerpo o de espíritu, y sigamos completando nuestra consagración con el respeto que a Dios se debe.” 2ª. Cor. 7.1

“Y si no, hermanos, fíjense a quienes los llamó Dios: no a muchos intelectuales, ni a muchos poderosos, ni a muchos de buena familia; todo lo contrario: lo necio del mundo se lo escogió Dios para humillar a los sabios; y lo débil del mundo se lo escogió para humillar al fuerte”. 1ª. Cor. 1: 26-27; “Por tanto, basta ya de juzgarnos unos a otros; mejor será que adopten por criterio propio no poner obstáculo ni escandalizar a ningún hermano”. Rom.14:13

“Busquemos lo que favorece la paz y construye la vida común.” Rom. 14:19; “Por eso también me esfuerzo yo por conservar siempre una conciencia irreprochable ante Dios y ante los hombres.” Hech. 24:16; Pero volvamos al asunto: ”En este asunto del presumir, lo que diga no lo digo como cristiano, sino disparatando. Son tantos los que presumen de títulos humanos, que también yo voy a presumir.” 2ª. Cor. 11: 17,18

CARACTERÍSTICAS DEL OBISPO

“Esta muy bien dicho que quien aspira a ser obispo, buena cosa desea. Porque el obispo tiene que ser irreprochable, fiel a su mujer, juicioso, equilibrado, bien educado, hospitalario, hábil para enseñar, comprensivo, pacífico y desinteresado, tiene que gobernar bien su propia casa y hacerse obedecer de sus hijos con dignidad. Uno que no sabe gobernar su casa, ¿cómo va a cuidar de una asamblea de Dios?” 1ª. Tim. 3:1-7

“Se requiere armado de fe y de conciencia honrada. Algunos se desentendieron de ella y han naufragado en la fe.” 1ª. Tim. 1:19; “Además que tenga buena fama entre los de fuera para evitar el desprestigio y que el diablo lo atrape. Ten presente que en los tiempos finales va a haber momentos difíciles; la gente será egoísta e interesada, serán arrogantes, soberbios, difamadores, desobedientes, ingratos, impíos, sin corazón, implacables y calumniadores, gente sin control, y enemigos de lo bueno; traidores (a la doctrina), temerarios, presuntuosos; que tendrán semblante de piedad, pero serán la negación de su esencia.” 2ª. Tim. 3:1-5

Comprendo vuestra natural preocupación; pero recuerden las palabras de nuestro hermano Tito: “Porque siendo administrador de Dios, el obispo tiene que ser irreprochable, no debe ser orgulloso, ni colérico, ni dado a sacar dinero. Al revés, que sea hospitalario, amigo de lo bueno, equilibrado, adepto a los hombres y a Dios, dueño de sí; sobre todo debe ser adicto a la doctrina auténtica; así será capaz de predicar una enseñanza sana y de rebatir a los adversarios:”Tito 1: 7-9

SALUDO FINAL: “El Dios de paz esté con todos ustedes, Amén.” Rom. 15:33

POST DATA:

“Por mandato expreso de Pablo, yo Tercio el amanuense os escribo y os saludo” Rom. 16:22.

Hago votos, para que Dios nuestro Señor nos ayude. Que tomemos la más sabia de nuestras decisiones, pues al final ”lo mejor de todo, es que Dios está con nosotros”

Con mi afecto y respeto,

Pastor Alaníz.


Artículo originalmente publicado en Facebook, 26 de mayo de 2018, en la página de Silvano Mares Rangel.