UNA TARDE RECORDANDO TULIPANES

UNA TARDE RECORDANDO TULIPANES

Mis flores nuevas

Señor: gracias porque tengo todavía una mente buena y puedo recordar las bendiciones que tú has traído a mi vida en tiempos pasados. Gracias, Señor, porque todavía puedo escribir lo que me diste y lo que me sigues dando hoy.

Cuando yo tenía un pequeño jardín y algunas plantas, recuerdo que me gustaban y siguen gustando los tulipanes de flor doble; recuerdo que tenía rojos, rosas y de color melón.Pero una tarde que estaba arreglando mis plantas, me dí cuenta de que uno de mis tulipanes no crecía, no floreaba, no se desarrollaba igual que los otros, sus hojas amarillas. Me acerqué con mucho cuidado, a ver que pasaba, les comencé a remover la tierra y me di cuenta de todo lo que tenía por debajo la planta.

Había muchas hormigas, lombrices y caracoles; además las hojas tenían una plaga en forma de bolitas negras. Fue entonces que tú, Señor, me hablaste.

Me pregunté ¿por qué hay tiempos en que no crecemos como cristianos? Nuestra mente y nuestra vida pueden estar llenas de hormigas, que se llenan toda nuestra raíz y que se multiplican con gran facilidad, y esas hormigas pueden ser gente que nada más viene a nuestra vida para destruirnos con engaños.

Pueden ser caracoles de algún pecado escondido en su concha.

Pueden ser lombrices de desesperación qué quieren salir de eso y no pueden.

Pueden ser plaga en forma de vicios, de cualquier índole; puede ser,

Amargura       Tristeza           Enojo  Celos  Envidia            Desánimo

Pleitos            Frustración     Demasiado mundo     Falta de Oración

Hay tantas y tantas cosas por las que nuestra planta (Vida Espiritual) no crece, no florea y poco a poco se va secando. Pero gracias, Señor, que tú eres el remedio para que mi planta florezca de nuevo.

“Tengo que confesar mis pecados y pedir perdón.” 1a. Juan 1:19

“Tengo que remover la tierra.” Efesios 4:2,23

“Tengo que sacar de mi vida: Todo tipo de plagas, la amargura, o la tristeza, la envidia, los celos, los pleitos, el desánimo, el enojo y la frustración. “ Gálatas 5;20

Señor, si en mi vida hay algo de esto, que no me deja crecer en mi vida espiritual, muéstramelo, límpiame, perdóname, para que mi vida sea una flor hermosa que tú te deleites en ella, quiero brillar para ti, quiero ofrendar esa flor para ti. Limpia mi tierra, Señor, para que tu jardín esté lleno de mis flores.

Abril 2009


Su nombre legal es María Guadalupe Martínez Elizondo, pero todos la conocen como Marilú Martínez Elizondo. Nació en Monterrey. Tiene más de 45 años de ser miembro de la Iglesia Metodista de México y actualmente asiste a la Iglesia Príncipe de Paz en San Pedro Garza García, N.L. Es una mujer de fe, ama a la iglesia, ama a sus hermanos y el Señor le ha dado el privilegio de poder hacer escritos para exaltarle. 

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