A NUESTROS ANCIANOS

A NUESTROS ANCIANOS

“Corona de honra es la vejez, que se halla en el camino de justicia”
Prov. 16:31

En la ciudad de Ponce, una de las ciudades más importantes de Puerto Rico, existe el puente de los Leones, que es la puerta de entrada al lado histórico de la ciudad. Se llama así ese puente, porque en un lado del puente, se encuentra una escultura de un león viejo, o sabio, que simboliza el pasado de Puerto Rico; y al otro extremo, un león joven, que representa el presente de la Isla. 

Es hermoso reflexionar que en la ciudad de Ponce se valore de igual manera al viejo y al joven; como parte de su valor histórico, riqueza cultural; y a su vez se asoma al futuro como una Isla que mira hacia adelante con esperanza.

La Palabra de Dios resalta en muchas ocasiones la bendición que es llegar a la edad de la adultez avanzada; no como un deterioro de las habilidades físicas o mentales, sino como un privilegio de entrar en años, poder ver a las nuevas generaciones y aún en esta etapa de la vida, poder fructificar, dar fruto a través de la sabiduría adquirida por medio de una vida pletórica de experiencias vividas, retos enfrentados y, por qué no, viscisitudes que forjaron el carácter.

El Salmo 92:14 nos dice:  “Aún en la vejez fructificarán, estarán vigorosos y verdes”.

Como hijos de Dios, debemos entender así esta etapa de la vida: es un tiempo en el que se puede contribuir con consejos, enseñanzas y testimonios de vida, que ayuden a las nuevas generaciones que necesitan los cimientos de la Palabra de Dios en sus vidas.

Dice el versículo de Proverbios 16:33: “Corona de honra es la vejez”; quienes peinan canas han sido privilegiados por llegar a esta etapa de la vida. Han sido honrados por Dios, embellecidos por el cabello blanco (Proverbios 20:29). Y todavía hay mucho en lo cual pueden contribuir, sobre todo, en dejar un hermoso legado Bíblico para las nuevas generaciones.

Hay tantos personajes en la Biblia que dieron fruto en su vejez:

  • Abraham tuvo a su hijo Isaac a los 100 años; Sara tenía 90 años cuando cargó a su hijo en sus brazos.
  • Moisés le pasó la estafeta a Josué para conquistar la tierra prometida a los 120 años.
  • Caleb enfrentó y derrotó a los gigantes de Anac, junto con su familia, cuando tenía 85 años.
  • Dios restauró la vida de Noemí en su vejez, pudo cargar un nieto que sería parte de la genealogía de Jesús.
  • Y vemos a  la anciana Ana, una mujer que enviudó después de 7 años de casada y tenía 84 años de viudez, por lo que se calcula que debió de tener poco más de 100 años; que dedicaba toda su vida en el templo, sirviendo de día y noche con sus oraciones. Esta anciana mujer tuvo el privilegio de ver a Jesús siendo un bebé y proclamar que era el Mesías.
  • Y contemporáneo, qué podemos decir del Rev. Billy Graham, quien fue un evangelista incansable, sirviendo a Cristo, anunciándolo y predicándolo; murió a los 99 años, sirviendo al Señor por más de 60 años, alcanzando a través de sus emisiones de radio y televisión a más de 2,200 millones de personas.

Para servir al Señor se traspasan los límites del tiempo. Para Dios no existen los límites; nosotros nos limitamos, pensando que por la edad que tenemos no podemos servir al Señor; pero la realidad es que mientras tengamos fuerzas, podemos expresarnos, orar, ayudar, podemos seguir trabajando en el Reino de Dios.

Esa corona de honra que es la vejez, Dios la ha puesto para que brille y dé fruto, con todo y las muchas canas.

La gloria de los jóvenes es su fuerza, y la hermosura de los ancianos es su vejez
Proverbios 20:29

Hna. Delia González de Ojeda
Iglesia Shalom
Chihuahua, Chihuahua


Semblanza: La hermana Delia González de Ojeda es congregante en la iglesia Shalom, de la ciudad de Chihuahua. Fiel en los trabajos de la Sociedad Misionera Femenil, junto con su esposo imparte conferencias a grupos de matrimonios. Es mamá de cuatro hijos y abuela de dos pequeños.