Muy amados hermanos en Cristo: les saludo este día con el más grande deseo que el acompañamiento permanente de nuestro Dios, sea en ustedes, sus amados y todo el quehacer que desarrollan. A partir de este número, el Evangelista Mexicano contará con una sección que hemos titulado, “Conociendo a nuestros Pastores de la CANO”; el propósito de ello -además de que los conozcan un poco- es que los lleven en sus oraciones. Iniciamos con nuestros pastores que hoy ya se encuentran en la honrosa posición de Jubilados -es decir, ya disfrutan de su jubileo- después de más de treinta años de ministerio pastoral continuo en nuestra amada IMMAR. En esta ocasión presentamos a ustedes a nuestro Pbro. Jubilado Daniel de la Cruz Aréizaga:
El Pbro. Jubilado Daniel de la Cruz Aréizaga nació el 4 de octubre de 1940 en la ciudad de México. Sus padres fueron Daniel de la Cruz y Brígida Aréizaga, fue hijo único. Durante su época como estudiante siempre se distinguió por ser muy responsable. A los 18 años ingresó a la escuela de ingeniería donde solamente cursó un año, ya que Dios lo llamó al ministerio. El 1º de agosto de 1964 contrajo nupcias con la señorita Carlota Alemán en el templo “El Mesías” de la Calle Balderas, en el centro histórico de la ciudad de México, habiendo oficiado el Pastor Luis Aréyzaga, quien viajó desde Chicago Illinois, para impartir la bendición nupcial en la pareja de recién casados. De la unión de nuestros hermanos nacieron Leticia E. de la Cruz Alemán y Luis Daniel de la Cruz Alemán, quienes, con sus respectivos cónyuges, les dieron cuatro nietos: Daniel Abraham, Paola, Kevin y Danielita; y los nietos ahora les han dado cuatro bisnietos: Alexandra, Daniel y Sofía (cuates) y Luca.
El pastor Daniel de la Cruz creció en un hogar evangélico con sus abuelos maternos, siendo el primer nieto de ellos. Desde que nació asistió al templo “Getsemaní” de la colonia Anáhuac, en la ciudad de México del entonces Distrito Federal, donde creció en el evangelio y aprendió a servir a nuestro Dios, siendo presidente de jóvenes, maestro de escuela dominical de la clase de adultos y apoyaba en la elaboración del boletín dominical.
Su experiencia de conversión a Cristo fue a la edad de 12 años (cuando atravesaba por momentos difíciles en sus emociones ante la falta de sus padres, ya que nuestro Pastor Daniel fue criado por sus amorosos abuelos, quienes lo consideraron más como hijo que como nieto). Durante un culto dominical de medio día, el pastor De la Cruz, por medio del mensaje de la Palabra, entendió que tenía un Padre amoroso en Dios y fue entonces que recibió a Jesucristo como su salvador personal; y desde ese maravilloso momento, Dios ha sido su padre cada día.
Un día, inconforme con sus catedráticos de la universidad, porque llegaban alcoholizados a dar clases, se hizo varias preguntas respecto a si eso sería realmente lo que quería estudiar. Un domingo el pastor Luis Aréyzaga fue invitado a predicar, aprovechando que se encontraba en la ciudad de México, y en esa ocasión predicó acerca del servicio y el llamado. El pastor Daniel, con temor y lágrimas en los ojos por la emoción del momento, aceptó el llamado para servir a nuestro Señor. Con un poco de temor fue a su abuelo para comentarle lo que había sucedido, ya que creyó que éste se molestaría porque abandonaría sus estudios universitarios; recibiendo como respuesta todo su apoyo, y entendiendo en ello una confirmación de parte de Dios. Inició sus estudios teológicos a la edad de 19 años en el Seminario Evangélico Unido de la Ciudad de México, de donde tres años después egresó.
Las congregaciones que pastoreó nuestro consiervo Daniel de la Cruz fueron: en San Mateo Ixtacalco, Ramos Millán, Puebla, Puebla y Poza Rica, Veracruz; asimismo, en las congregaciones “Bethel” de Tijuana, B. C., “El Divino Redentor” Mexicali, B. C., “San Pablo” Tijuana, B. C., “Príncipe de Paz” Hermosillo, Sonora. Fue Superintendente de Distrito y posteriormente fue electo como el primer obispo de la Conferencia Anual del Noroeste en el mes de mayo de 1990 hasta el primer domingo de agosto de 1994. Después de cumplir con su ejercicio episcopal sirvió dos años en la congregación “Príncipe de Paz» de Hermosillo, Sonora y dos más en la congregación “Bethel” de Tijuana, B. C. En 1995 fue invitado por la Iglesia Metodista Unida a servir en la Conferencia de Carolina del Norte, donde pastoreó 4 años. En el 2000 fue invitado a ministrar en la congregación “Nuevo Pacto” de Playas de Tijuana.
Dentro de su ministerio, juntamente con su esposa, fundó la congregación “Monte Sión” en Hermosillo, Sonora (cerrada en la actualidad); también formaron parte de los inicios de la Congregación “Pan de Vida” en Santa Rosalía, B. C. Sur y la más reciente “Nueva Jerusalén” en Baja California.
El libro de la Biblia que más le inspira en su vida es el libro de Proverbios; y en el ministerio, es Nehemías. Sus deportes favoritos son: natación, fútbol y básquetbol. Su equipo favorito de fútbol es el Atlas, su pasatiempo favorito es escuchar música clásica. Actividades o acciones que no le agradan: el boxeo, por violento; ni las corridas de toros, por la forma de maltrato a los animales.
Dos acontecimientos en su vida ministerial que han dejado huella, sin duda alguna, la experiencia del ´72 en Nuevo Laredo, Tamaulipas (para quienes no conocen esa parte de la historia del Metodismo Mexicano, fue la experiencia del derramamiento del Espíritu Santo en una Conferencia Anual celebrada en Nuevo Laredo, Tamaulipas en 1972). El pastor Daniel de la Cruz fue bautizado por el Espíritu Santo y se sintió totalmente abrigado por Dios, la manera como le fue manifiesto fue con el don de lenguas. Otra experiencia fue cuando lo enviaron de “Bethel” Tijuana al “Divino Redentor” en Mexicali, B. C., donde Dios los bendijo grandemente.
Hoy nuestro pastor jubilado Daniel de la Cruz, después de 50 años de servicio, juntamente con su esposa Carlota de la Cruz se encuentran disfrutando de un total retiro del ministerio. La edad y las enfermedades los han llevado a disfrutar de los tiempos de jubileo.
Por último, comparto que nuestro Consiervo Daniel de la Cruz hoy se hace llamar Lázaro, ya que hace aproximadamente 4 años sufrió un terrible accidente del cual los médicos no daban esperanza de vida alguna… Cuando al fin me permitieron visitarle en el hospital, ya que se encontraba en cuidados intensivos, me dice: Obispo, ahora me llamo Lázaro Daniel, porque Dios me resucitó de entre los muertos.
Con mi afecto, aprecio y respeto comparto esta maravillosa experiencia de vida…

Pbro. Felipe de Jesús Ruiz Aguilar
Obispo de la Conferencia Anual del Noroeste 2014-2022