UNA PALABRA DEL DIRECTOR DEL SEMINARIO JUAN WESLEY

UNA PALABRA DEL DIRECTOR DEL SEMINARIO JUAN WESLEY

Estimados hermanos que aprecian la lectura del Evangelista Mexicano: deseo compartir con ustedes un poco de mi vida en nuestra amada Iglesia Metodista.

Mi nombre es José Gabriel González Solís, presbítero ordenado de la IMMAR desde el año 2010. Tengo 52 años de edad, privilegiado de tener a mi esposa Verónica Herrera desde hace 27 años; tenemos dos hermosas hijas adolescentes que se agradan en servir al Señor, Sheila y Ana.

Comencé mi aventura en la iglesia Metodista La Trinidad en la ciudad de Monterrey, Nuevo León. Ahí llegué en el año de 1991 después de haber recibido a Cristo en una iglesia Bautista en el año de 1986. En mi primer día de visitar la iglesia, en la cual fui invitado por mi novia (ahora mi esposa), fue una lucha total en mi interior, Vi la alabanza y la predicación totalmente diferente al lugar donde me había congregado. Pasaron algunos meses para que pudiera entender un concepto de la salvación con bases y fundamentos bíblicos que me llevaron a entender que hacía mucho tiempo que yo no tenía mi salvación como me lo habían asegurado en la iglesia en la que asistía. Me sentí una persona perdida en mis pecados, pero encontré nuevamente el amor del Señor, que me llevó a rendirme una vez más a Él.

De ahí mi vida cambió. Comencé a servir junto a mi esposa en casi todos los departamentos de la iglesia: testimonio y desarrollo cristiano, viajes misioneros a la sierra Tarahumara, en el grupo de intercesores, mi esposa en la alabanza, y como consejeros de jóvenes después de casarnos, durante 3 años consecutivos.

Mi vida corría “normal », siendo gerente de hoteles, restaurantes y bancos, hasta que el Señor me llamó a prepararme para el ministerio a la edad de 34 años. Ya teniendo una hija de 6 años y con mi esposa embarazada, iniciamos como familia la aventura de dejar todo por el Señor. Fueron 4 años de enseñanza y crecimiento de nuestra fe al depender solamente de la provisión de nuestro Dios. Doy testimonio de que cuando Él llama se hace cargo hasta del más mínimo detalle.

Me gradué en el año 2008, y me dieron mi primer cargo pastoral de tiempo completo. En el año 2009, el director del Seminario -en aquel entonces era el Pbro. Antonio Aguiña- me hace la invitación para pertenecer a la junta de consejo del Seminario como representante de los exalumnos. Del año 2010 al 2013 me solicitaron como capellán en el Seminario; en ese puesto serví dos años de manera no consecutiva. Para el año 2013 se colocaron en lista varios candidatos para el puesto de decano del Seminario; en esa lista estaba mi nombre y fui electo en ese puesto, el cual desarrollé hasta el año 2022, cuando por la gracia y misericordia de Dios me eligieron como el director de esta amada institución, el Seminario Metodista Juan Wesley.

Después de esta presentación, quiero dar testimonio de lo siguiente: la fidelidad de nuestro Señor en el Seminario.

Soy un testigo fiel de que desde el momento en el que se dio la invitación a formar el Seminario, no ha faltado pueblo llamado por Dios para extender Su reino, ni personas que colaboren como capacitadores de aquellos que tienen el llamado a servirle. 

La primera clase se dio un 17 de septiembre del año 1973, y de ahí en adelante, no han faltado los recursos humanos y materiales para desarrollar y equipar a los ministros de Dios.

Estamos a unos meses de cumplir 50 años desde aquella aventura de fe y Dios sigue siendo fiel.

Como toda institución, hay altas y bajas, etapas sobresalientes y de crisis, tiempo de dar gloria a Dios y de derramarse delante de Él. En todo momento y durante todo este tiempo ha habido gente que ha tenido el discernimiento y se han puesto a orar por nosotros. Agradecemos a todos nuestros hermanos que no dejan de interceder por nuestro Seminario y todos los que colaboramos ahí, personal administrativo, la Honorable Junta de Consejo, el personal docente y, sobre todo, por nuestros queridos alumnos, tanto presenciales como en el sistema de extensión y virtual.

Son tiempos de retos, pero como Seminario tenemos la certeza que es el poder de nuestro Dios el que nos sacará adelante.

Seguimos firmes en lo que hemos adoptado como las bases de nuestra misión: el estudio de la Biblia, las bases de nuestra Teología y la práctica.

Sigamos adelante, y agradecemos que sigan orando por los siervos del Señor que han sido llamados, y por nuestra institución, que es la plataforma para dar las herramientas que ellos necesitan para el desarrollo de lo que será su ministerio. 

Pbro. José Gabriel González Solís
Director del Seminario Metodista Juan Wesley

Un comentario sobre “UNA PALABRA DEL DIRECTOR DEL SEMINARIO JUAN WESLEY

  1. Muy bien e interesante el llamado de Dios a tu vida, doy testimonio de haberte tenido como feligrés en La Trinidad y de la fidelidad de ustedes como jóvenes, novios y como casados.

    Me gusta

Los comentarios están cerrados.