
Ministerio de edificación, transformación y discipulado bíblico
C.P. Cuauhtémoc Meneses Stama
TESTIFICAR AL MUNDO: OBLIGADO A CONTARLO (Proclamación del Evangelio)
TESTIMONIO DEL HERMANO CUAU
Tuve el privilegio de nacer en un hogar cristiano-metodista. Mis mejores años de mi niñez y juventud los pasé en mi iglesia metodista de Getsemaní en la Ciudad de México. Hice mi profesión de fe a los doce años y, el maestro que me preparó, me hizo aprender de memoria: Los 10 mandamientos, el Salmo 23, el Padre Nuestro, las Bienaventuranzas y el Credo Apostólico. Declaraciones de fe bíblicas que sigo guardando en mi mente y corazón. A esa iglesia asistía también mi amada esposa Martha y nos casamos en la catedral del metodismo en 1962.
En la primera etapa de mi matrimonio estuve separado de Dios y los problemas matrimoniales salieron a la luz. Pero, ninguno de esos problemas nos pudo separar del amor de Dios y después de 56 años de casados permanecemos fieles el uno al otro. Dios nos bendijo con cuatro maravillosos hijos y nos siguió bendiciendo con diez hermosos nietos.
En la década de los ochenta, Dios me envió a un siervo de Dios y tuve mi reencuentro con Él. Sentí como me aliviaba de una gran carga. Con el entusiasmo de una persona recién convertida, le participe a mi familia y amigos que había puesto mi confianza en Jesús, y estuve convencido de que no podía dejar de contar a otros mi nueva experiencia con mi Dios y Señor.


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